LA ESPERA

(Erwartung)

 

Personajes

ELLA             Una Mujer          Soprano

 

La acción se desarrolla en un bosque, en nuestros días.

 

Erste Szene                                                                                      

(Am Rande eines Waldes. Mondhelle Straßen und 
Felder; der Wald hoch und dunkel. Nur die ersten 
Stämme und der Anfang des breiten Weges noch hell. 
Eine Frau kommt; zart, weiß gekleidet. Teilweise 
entblätterte rote Rosen am Kleid. Schmuck) 

Hier hinein?... Man sieht den Weg nicht... 
Wie silbern die Stämme schimmern... wie Birken. 
Oh! Unser Garten... 
Die Blumen für ihn sind sicher verwelkt... 
Die Nacht ist so warm... Ich fürchte mich...

(horcht in den Wald) 

Was für schwere Luft herausschlägt... 
wie ein Sturm, der steht...
So grauenvoll ruhig und leer... 
Aber hier ist's wenigstens hell...
Der Mond war früher so hell...
Oh! Noch immer die Grille mit ihrem Liebeslied...
Nicht sprechen... es ist so süß bei dir... 
Der Mond ist in der Dämmerung...

(wendet sich gegen den Wald, zögert) 

Feig bist du... willst ihn nicht suchen? 
So stirb doch hier...
Wie drohend die Stille ist...
Der Mond ist voll Entsetzen... 
Sieht der hinein?
Ich allein... in den dumpfen Schatten...

(geht rasch in den Wald hinein; Mut fassend)

Ich will singen, dann hört er mich...

Zweite. Szene 

(Tiefstes Dunkel, breiter Weg, hohe dichte Bäume. 
Sie tastet vorwärts)

Ist das noch der Weg?

(bückt sich, greift mit den Händen)

Hier ist es eben... Was?... Laß los!

(zitternd auf, versucht ihre Hand zu betrachten)

Eingeklemmt?... Nein, es ist etwas gekrochen...

(greift sich ins Gesicht)

Und hier auch... Wer rührt mich an?... 
Fort...

(schlägt mit den Händen um sich)

Fort, nur weiter... um Gotteswillen...

(geht weiter, mit vorgestreckten Armen)

So, der Weg ist breit...
Es war so still hinter den Mauern des Gartens... 
Keine Sensen mehr... Kein Rufen und Gehn... 
Und die Stadt in hellem Nebel... 
so sehnsüchtig schaute ich hinüber... 
Und der Himmel so unermeßlich tief über dem Weg,
den du immer zu mir gehst... 
noch durchsichtiger und ferner... die Abendfarben...
Aber du bist nicht gekommen.

(stehenbleibend)

Wer weint da?...
Ist hier jemand?
Ist hier jemand?
Nichts... aber das war doch...
Jetzt rauscht es oben... 
Es schlägt von Ast zu Ast...
Es kommt auf mich zu...

(Schrei eines Nachtvogels)

Nicht her! Laß mich... 
Herrgott, hilf mir... Es war nichts... 
Nur schnell, nur schnell...

(beginnt zu laufen, fällt nieder)

Oh, oh... was ist das?... Ein Körper...
Nein, nur ein Stamm...

Dritte Szene 

(Weg noch immer im Dunkel; seitlich vom Wege ein 
breiter, heller Streifen; das Mondlicht fällt auf eine 
Baumlichtung. Dort hohe Gräser, Farne, große 
gelbe Pilze. Die Frau kommt aus dem Dunkel)

Da kommt ein Licht!...
Ach! nur der Mond... Wie gut...
Dort tanzt etwas Schwarzes... hundert Hände... 
Sei nicht dumm... es ist der Schatten...
Oh! wie dein Schatten auf die weißen Wände fällt...
Aber so bald mußt du fort...

(Rauschen)

Rufst du?... 
Und bis zum Abend ist es so Land...

(leichter Windstoß)

Aber der Schatten kriecht doch!... 
Gelbe, breite Augen... 
So vorquellend... wie an Stielen... Wie es glotzt...

(Knarren im Gras)

Kein Tier, lieber Gott, kein Tier... 
Ich habe solche Angst... 
Liebster, mein Liebster, hilf mir...

(Sie läuft weiter.)

Vierte Szene 

(Mondbeschienene, breite Straße, rechts aus dem 
Walde kommend. Wiesen und Felder - gelbe und grüne 
Streifen abwechselnd - . Etwas nach links verliert sich 
die Straße wieder im Dunkel hoher Baumgruppen. Erst 
ganz links sieht man die Straße frei liegen. Dort mündet 
auch ein Weg, der von einem Hause herunterführt. In 
diesem alle Fenster mit dunklen Läden geschlossen. Ein 
Balkon aus weißem Stein. Die Frau kommt langsam, 
erschöpft. Das Gewand ist zerrissen, die Haare 
verwirrt. Blutige Risse an Gesicht und Händen)

Er ist auch nicht da... 
Auf der ganzen, langen Straße nichts Lebendiges... 
und kein Laut...
Die weiten blassen Felder sind ohne Atem, 
wie erstorben... kein Halm rührt sich...

(sieht die Straße entlang)

Noch immer die Stadt... und dieser fahle Mond... 
Keine Wolke, nicht der Flügelschatten eines 
Nachtvogels am Himmel... 
diese grenzenlose Totenblässe...
Ich kann kaum weiter... 
Und dort läßt man mich nicht ein... 
Die fremde Frau wird mich fortjagen... 
Wenn er krank ist...

(Sie hat sich in die Nähe der Baumgruppen geschleppt, 
unter denen es vollständig dunkel ist.)

Eine Bank... Ich muß ausruhen...
Aber so lange habe ich ihn nicht gesehen...

(Sie kommt unter die Bäume, stößt mit den Füßen 
an etwas.)

Nein, das ist nicht der Schatten der Bank... 
Da ist jemand...

(beugt sich nieder, horcht)

Er atmet nicht...

(tastet hinunter)

Feucht... hier fließt etwas...
Es glänzt rot... 
Ach, meine Hände sind wund gerissen... 
Nein, es ist noch naß, es ist von dort...

(versucht mit entsetzlicher Anstrengung 
den Gegenstand hervor zuzerren)

Ich kann nicht...

(bückt sich) 

Das ist er...

(Sie sinkt nieder. Nach einigen Augenblicken erhebt sie 
sich halb, so daß ihr Gesicht den Bäumen zugewendet 
ist.) 

Das Mondlicht... nein dort... 
Da ist der schreckliche Kopf... das Gespenst...
Wenn es nur endlich verschwände... wie das im Wald...
Ein Baumschatten, ein lächerlicher Zweig... 
Der Mond ist tückisch... weil er blutleer ist, 
malt er rotes Blut...
Aber es wird gleich zerfließen... Nicht hinsehen... 
Nicht drauf achten... 
Es zergeht sicher... wie das im Wald...
Escena Primera 

(Un bosque oscuro. Los primeros árboles y 
el principio de un camino se distinguen con 
claridad. Una mujer enjoyada y vestida de 
blanco se acerca. En su vestido hay rosas 
rojas; algunas ya han perdido sus pétalos) 

¿Me meto por ahí?... No veo el camino... 
¡Qué plateados resplandecen los árboles!...
¡Como abedules! ¡Oh, nuestro jardín!... 
Las flores que le corté se habrán marchitado... 
Qué cálida es la noche... Estoy asustada...

(Escucha.)

El aire que sale de ahí es sofocante... 
Como una tormenta en calma...
Terriblemente quieto y vacío... 
Al menos hay luz por allí...
La luna estaba antes tan brillante...
¡Oh, el grillo aún canta su canción de amor!... 
No hables... Se está tan bien cerca de ti... 
La luna está ascendiendo... 

(Yendo hacia el bosque, duda.)

Cobarde... ¿No vas a ir a buscarle? 
Entonces morirás aquí...
Qué amenazante es el silencio...
La luna está horrorizada... 
¿No puede ver desde allí? 
Estoy sola... en la oscuridad sofocante...

(Reúne fuerzas, y entra en el bosque)

Cantaré, así me oirá...

Escena Segunda 

(Negrura de tinta, camino ancho, árboles altos 
muy juntos. Ella avanza cautelosamente)

¿Todavía estoy en el camino?

(Se agacha y va a tientas con sus manos.)

Esta zona es llana... ¿Qué es esto?... ¿Qué?

(Temblando, se levanta y mira sus manos.)

¿Qué es?... No hay nada, algo se ha arrastrado...

(Se lleva las manos a la cara.)

Y aquí también... ¿Quién me está tocando?...
¡Fuera!...

(Da manotazos en todas direcciones.)

¡Fuera!... ¡Por Dios!...

(Continúa con los brazos extendidos.)

Allí, el camino es ancho...
Había tanta paz tras los muros del jardín...
No más guadañas... Sin ruido ni movimiento... 
Y la ciudad en la luminosa bruma... 
con cuánta nostalgia miraba hacia allí... 
Y el insondable cielo sobre el camino 
que siempre tomabas cuando venías a mí... 
Más translúcido y distante incluso... 
que los colores de la tarde... Pero no viniste...

(inmóvil)

¿Quién está llorando?...
¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí?
Nada, pero seguramente era...
Ahora oigo un crujido sobre mí... 
Se mueve por las ramas... 
Se acerca...

(grito de un ave nocturna) 

¡No, fuera de aquí! 
Déjame sola... ¡Señor, ayúdame!... 
No fue nada... Rápido, rápido...

(Empieza a correr, se cae al suelo.) 

¡Oh, oh!... ¿Qué es esto? Un cuerpo...
No, es tan sólo el tronco de un árbol...

Escena Tercera 

(El camino sumido en la oscuridad. Al lado, una 
ancha banda de luz; la luna ilumina un claro del 
bosque, con hierba alta, helechos y grandes setas 
amarillas. La mujer sale desde la oscuridad) 

¡Una luz!...
¡Oh, es sólo la luna!... ¡Qué bonito!...
Algo negro baila allí... 
¿Cien manos?... ¡Qué tonta!... Es mi sombra...
¡Oh, sólo tu sombra en los muros blancos!... 
Pero tienes que marcharte tan pronto...

(Un susurro) 

¿Me estás llamando?... 
La tarde tardará en volver...

(ligero soplo de viento)

¡Pero la sombra se arrastra!... 
Grandes ojos amarillos... saltones... como tallos...
¡Cómo me miran!...

(un crujido en la hierba)

Es un animal, Dios mío, un animal... 
Tengo tanto miedo... 
¡Amado, mi amado, ayúdame!...

(continua corriendo.) 

Escena Cuarta 

(Un amplio camino iluminado por la luna 
aparece por la derecha. Praderas y pastos - 
franjas amarillas y verdes alternantes - . El 
camino desaparece de nuevo en la oscuridad de 
altos árboles. Justo en el lado izquierdo aparece 
un camino que lleva a una casa. Las ventanas de 
la casa tienen oscuras contraventanas. Un balcón 
de piedra blanca. La mujer entra lentamente, 
exhausta. Su vestido está rasgado, su pelo está 
despeinado. Cara y manos están sangrando)

Tampoco está aquí... 
Nada vivo a todo lo largo del camino... 
Ni un sonido, ni un susurro en el amplio campo. 
Parece que esté muerto... 
Ni una brizna de hierba se mueve...

(Mira hacia el camino.)

Allí está la ciudad... y la pálida luna... 
Ni una nube, ni la sombra del ala 
de un ave nocturna en el cielo... 
Esta palidez insondable y fatal...
No puedo seguir...
Y no me dejarán entrar ahí...
La mujer extraña me echará... 
Puede que él esté enfermo...

(Se ha arrastrado hasta el grupo de árboles, 
donde está completamente oscuro.)

Un banco... Debo descansar...
Hace tanto tiempo desde la última vez que le vi...

(Camina hacia los árboles y toca algo 
con su pie.)

No, esto no es la sombra del banco... 
Aquí hay alguien...

(Se agacha y escucha.)

No respira...

(Se mueve a tientas.)

Mojado... algo está goteando...
Un gigante rojo... 
¡Oh, son mis manos, están heridas y sangran!... 
Está todo mojado... la humedad viene de allí...

(Hace un intento desesperado por arrastrar 
el objeto.)

No puedo...

(Se inclina.)

Es él...

(Cae al suelo. Un momento después se levanta, 
volviendo la cara hacia los árboles.)

La luz de la luna... no, allí... 
Una horrible cabeza... parece un espectro...
Si desapareciera... como ocurrió en el bosque... 
La sombra de un árbol, una rama... 
La luna es engañosa porque 
donde no hay sangre pinta sangre roja...
Pero se disolverá sola... 
No la mires... No le prestes atención... 
Se desvanecerá, seguro que sí... 
Igual que ocurrió en el bosque...
(Sie wendet sich mit gezwungener Ruhe ab, 
der Straße zu.)

Ich will fort... ich muß ihn finden... 
Es muß schon spät sein...

(Sie wendet sich jäh um, aber nicht vollständig.) 

Es ist nicht mehr da... Ich wußte...

(Sie hat sich weiter gewendet, erblickt plötzlich 
wieder den Gegenstand.)

Es ist noch da... Herrgott im Himmel...

(Ihr Oberkörper fällt nach vorne, sie scheint 
zusammenzusinken. Aber sie kriecht mit 
gesenktem Haupt hin.)

Es ist lebendig...
Es hat Haut... Augen... Haare...

(Sie beugt sich ganz zur Seite, als wollte sie ihm 
ins Gesicht sehen.)

Seine Augen... es hat seinen Mund... 
Du... du... bist du es... Ich habe dich so lang gesucht... 
Im Wald und...

(an ihm zerrend)

Hörst du? Sprich doch... Sieh mich an...
Herrgott, was ist... Hilfe...

(zum Haus hinauf) 

Um Gotteswillen... rasch... hört mich denn niemand?... 
er liegt da...
Wach auf... Wach doch auf... Nicht tot sein... 
mein Liebster... Nur nicht tot sein... ich liebe dich so.
Unser Zimmer ist halbhell... alles wartet... 
die Blumen duften so stark... Was soll ich tun... 
was soll ich nur tun, daß er aufwacht?...

(Sie greift ins Dunkel hinein, faßt seine Hand.)

Deine liebe Hand... So kalt?...

(Sie zieht die Hand an sich, küßt sie.) 

Wird sie nicht warm an meiner Brust?

(Sie öffnet das Gewand.) 

Mein Herz ist so heiß vom Warten...
Die Nacht ist bald vorbei... 
Du wolltest doch bei mir sein diese Nacht.
Oh! es ist heller Tag... Bleibst du am Tage bei mir?... 
Die Sonne glüht auf uns... deine Hände liegen auf mir... 
deine Küsse... mein bist du... du... Sieh mich doch an, 
Liebster, ich liege neben dir... So sieh mich doch an...
Ah! wie starr... Wie fürchterlich deine Augen sind...
Drei Tage warst du nicht bei mir... Aber heute... 
so sicher... Der Abend war so voll Frieden... 
Ich schaute und wartete... 
Über die Gartenmauer dir entgegen... 
So niedrig ist sie... Und dann winken wir beide...
Nein, nein... es ist nicht wahr... 
Wie kannst du tot sein?... Überall lebtest du... 
Eben noch im Wald... deine Stimme so nah an meinem
Ohr... Immer, immer warst du bei mir... 
dein Hauch auf meiner Wange... 
deine Hand auf meinem Haar...
Nicht wahr... es ist nicht wahr? 
Dein Mund bog sich doch eben noch 
unter meinen Küssen... 
Dein Blut tropft noch jetzt mit leisem Schlag... 
Dein Blut ist noch lebendig...
Oh! der breite rote Streif... 
Das Herz haben sie getroffen...
Ich will es küssen... mit dem letzten Atem... 
dich nie mehr loslassen... In deine Augen sehn... 
Alles Licht kam ja aus deinen Augen... 
mit schwindelte, wenn ich dich ansah...
Nun küß ich mich an dir zu Tode.
Aber so seltsam ist dein Auge... Wohin schaust du?
Was suchst du denn?

(sieht sich um; nach dem Balkon) 

Steht dort jemand?
Wie war das nur... das letzte Mal?... 
War das damals nicht auch in deinem Blick?
Nein, nur so zerstreut... oder... 
und plötzlich bezwangst du dich...
Und drei Tage warst du nicht bei mir... keine Zeit... 
So oft hast du keine Zeit gehabt 
in diesen letzten Monaten...
Nein, das ist doch nicht möglich... das ist doch... 
Ah, jetzt erinnere ich mich... 
der Seufzer im Halbschlaf... wie ein Name... 
du hast mir die Frage von den Lippen geküßt...
Aber warum versprach er mir, heute zu kommen?
Ich will das nicht... nein, ich will nicht...
Warum hat man dich getötet? Hier vor dem Hause... 
Hat dich jemand entdeckt?...
Nein, nein... mein einzig Geliebter... das nicht...
Oh, der Mond schwankt... ich kann nicht sehen... 
Schau mich doch an...
Du siehst wieder dort hin!...

(nach dem Balkon)

Wo ist sie denn... die Hexe, die Dirne... 
die Frau mit den weißen Armen... 
Oh, du liebst sie ja, die weißen Arme... 
wie du sie rot küßt...
Oh, du... du... du
Elender, du Lügner... du... 
Wie deine Augen mir ausweichen!... 
Krümmst du dich vor Scham?...

(stößt mit dem Fuß gegen ihn) 

Hast du sie umarmt?... 
Ja?... so zärtlich und gierig... und ich wartete... 
Wo ist sie hingelaufen, als du im Blute lagst?... 
Ich will sie an den weißen Armen herschleifen... so... 
Für mich ist kein Platz da... 
Oh! nicht einmal die Gnade, 
mit dir sterben zu dürfen...

(sinkt nieder) 

Wie lieb, wie lieb ich dich gehabt hab'... 
Allen Dingen ferne lebte ich... allem fremd... 
Ich wußte nichts als dich... dieses ganze Jahr... 
seit du zum ersten Mal meine Hand nahmst... 
oh, so warm... nie früher liebte ich jemanden so... 
Dein Lächeln und dein Reden... ich hatte dich so lieb...

(sich aufrichtend)

Mein Lieber... mein einziger Liebling... 
hast du sie oft geküßt?... 
während ich vor Sehnsucht verging.
Hast du sie sehr geliebt?
Sag nicht: ja... Du lächelst schmerzlich... 
Vielleicht hast du auch gelitten... 
vielleicht rief dein Herz nach ihr...
Was kannst du dafür?... Oh, ich fluchte dir... 
aber dein Mitleid machte mich glücklich. 
Ich glaubte... war im Glück...

(Stille. Dämmerung links im Osten. Tief am Himmel 
Wolken, von schwachem Schein durchleuchtet, gelblich 
schimmernd wie Kerzenlicht. Sie steht auf.) 

Liebster, Liebster, der Morgen kommt... 
Was soll ich allein hier tun?... 
In diesem endlosen Leben... 
in diesem Traum ohne Grenzen und Farben... 
denn meine Grenze war der Ort, an dem du warst... 
und alle Farben der Welt brachen aus deinen Augen... 
Das Licht wird für alle kommen... 
aber ich allein in meiner Nacht?...
Der Morgen trennt uns... immer der Morgen... 
So schwer küßt du zum Abschied... 
wieder ein ewiger Tag des Wartens... 
Oh du erwachst ja nicht mehr... 
Tausend Menschen ziehn vorüber... 
ich erkenne dich nicht... 
Alle leben, ihre Augen flammen... 
Wo bist du?... 
Es ist dunkel... 
dein Kuß wie ein Flammenzeichen in meiner Nacht... 
meine Lippen brennen und leuchten... dir entgegen... 
Oh, bist du da... ich suchte...



  
(Decidida a permanecer en calma, vuelve 
hacia el camino.)

Debo irme... Debo encontrarle... 
Seguro que es muy tarde...

(Da un giro brusco.)

Ya ha desaparecido... Sabía que sucedería...

(Se vuelve un poco más y de repente ve 
el objeto de nuevo.)

Todavía sigue ahí... ¡Dios mío!...

(Se abalanza precipitadamente y parece 
que va a caer, pero se arrastra con la 
cabeza inclinada.)

Está vivo...
Tiene piel... ojos... pelo...

(Se inclina, cerca de él, como intentando mirarle a la cara.)

Son sus ojos... su misma boca... ¡Tú, tú, eres tú!...
Te he estado buscando durante tanto tiempo... 
En el bosque y...

(tirando de él)

¿Me oyes? Di algo... ¡Mírame!...
Señor... ¿Qué es?... ¡Ayuda!...

(Llama en dirección a la casa.)

¡Por Dios!... ¡Rápido!... ¿Nadie puede oírme?... 
¡Él yace aquí!...
¡Levántate!... ¡Levántate!... 
Por favor, no estés muerto... Te quiero tanto.
Nuestra habitación está a media luz... 
Todo está listo... el dulce aroma de las flores... 
¿Qué puedo hacer?... 
¿Qué demonios puedo hacer para despertarle?...

(Busca en la oscuridad y le coge la mano.)

Tu mano querida... ¿Tan fría?...

(Se lleva la mano hacia ella y la besa.)

¿No entrará en calor, apretada contra mi pecho?

(Abre su manto.) 

Mi corazón está en llamas con la espera...
La noche se acaba... 
Ibas a pasar la noche conmigo...
Oh, ya es de día... ¿Vas a pasar el día conmigo?...
El sol nos quema... tus manos están sobre mí... 
Tus besos... eres mío... tú... 
Mírame, amado, estoy yaciendo a tu lado... 
¿Por qué no me miras?...
¡Ah cómo miras!... ¡qué terribles son tus ojos!...
Hace tres días que viniste a mí... Pero hoy...
Estaba segura... Había tanta paz en el atardecer... 
Miré y esperé... A través del muro del jardín...
Es tan bajo... Y entonces nos despedimos...
No, no, no es verdad... 
¿Cómo puedes estar muerto?... 
Tu vida estaba en todos lados... 
Ahora, en el bosque... tu voz en mi oído... 
Siempre, siempre estabas junto a mí... 
Tu aliento en mi mejilla... tu mano en mi pelo...
Dime, ¿no es verdad? 
Ahora tu boca cede ante mis besos... 
Tu sangre gotea con un dulce ritmo... 
Tu sangre todavía vive...
¡Oh, la gran línea roja!... 
Te han golpeado hasta el corazón...
Lo besaré... con mi último aliento... 
Nunca te dejaré marchar de nuevo... 
Miraré en tus ojos... 
¿Sabes que tus ojos eran la fuente de toda luz?... 
Cada vez que te miraba mi cabeza daba vueltas...
Ahora te besaré hasta morir.
Pero tus ojos son tan extraños... 
¿Dónde estás mirando? ¿Qué buscas?

(Mira hacia el balcón.)

¿Hay alguien allí?
¿Qué pasó... la última vez?... 
¿No hubo algo en la forma en que me mirabas?
No, sólo absorto... o... y de repente te refrenaste...
Y no viniste hacia mí durante tres días... 
Demasiado ocupado... 
¿Cuántas veces estuviste ocupado 
estos últimos meses?...
No, no puede ser eso... no puede... 
¡Ah, ahora recuerdo aquel suspiro!...
Cuando estabas medio dormido... 
Parecía que querías decir un nombre... 
Mi pregunta fue callada por tus besos...
¿Pero por qué le prometiste venir hoy?
No lo sabré... no... ¿Por qué te mataron?... 
Aquí, enfrente de la casa... 
¿Alguien te descubrió?...
No, no... mi único amor... eso no...
La luna se está moviendo... No puedo ver...
Mírame... ¿Por qué miras otra vez para allá?...

(hacia el balcón)

¿Dónde está?... La bruja, la mujerzuela... 
La mujer de blancos brazos... 
¡Oh, tú los amabas! ¿No es así? 
Aquellos blancos brazos... 
Los enrojecías de tanto besarlos...
¡Oh tú... tú... maldito, mentiroso... tú!... 
¡Cómo me esquivaban tus ojos!... 
¿Te retuerces de vergüenza?...

(Le da una patada.)

¿La abrazaste verdad?... 
Tierna y lujuriosamente... mientras yo esperaba...
¿Hacia dónde huyó
cuando yacías en tu propia sangre?... 
La arrastraré hasta aquí por sus blancos brazos...
No hay lugar para mí... 
¡Oh, ni siguiera para morir contigo!...

(Se cae al suelo.) 

Con cuánto cariño te amé... Vivía lejos de todo... 
Era extraña a todos... No conocía nada salvo a ti... 
Todo un año... desde aquella primera vez 
que me cogiste la mano... ¡Oh, tan cálido!... 
Nunca amé a nadie así antes... 
¿Sonríes?... Es que te amé tanto...

(Se levanta.)

Cariño... Mi único amor... 
¿La besabas a menudo?... 
Mientras, yo agonizaba de nostalgia.
¿La amabas mucho?
No digas que sí... ¿Sonríes con tristeza?... 
Quizá tú también has sufrido... 
Quizá tu corazón daba gritos por ella...
¿Fue tu culpa?... ¡Oh, cómo te maldije!... 
Pero tu compasión me hacía feliz. 
Al menos, yo creía... que era feliz...

(Silencio. El amanecer aparece por el este. Nubes 
bajas en el cielo iluminadas por el resplandor 
amarillo, como la luz de una vela. Se levanta.)

Amado, amado, el día está llegando... 
¿Qué puedo hacer aquí, completamente sola?... 
En esta vida eterna... 
En este sueño sin límites ni colores..
Pues el límite de mi existencia estaba 
donde quiera que tú estuvieras... 
Y todo el dolor fue creado por tus ojos... 
La luz del amanecer resurgirá para los demás... 
Pero yo, ¿completamente sola en mi oscuridad?...
La mañana nos separa... siempre la mañana... 
Qué duro tu beso de despedida... 
Otro interminable día de espera... 
Pero tú no despertarás de nuevo... 
Miles de personas mueren... 
No te puedo identificar... 
Todos están vivos con sus ojos en llamas... 
¿Dónde estás?... Está tan oscuro... 
Tu beso, como un faro en mi oscuridad... 
Mis labios arden y brillan... hacia ti... 
¡Oh, estás aquí!... Te estoy mirando...



Escaneado y Traducido por:
Luis Almería 2003